¿Es el momento de volver a dar el paso?

22 de agosto del 2020

Hace una semana salí de vacaciones en la universidad, el sexto ciclo fue pesado para mi porque nos estábamos adaptando a la "nueva normalidad" por el coronavirus, debo decir que las clases virtuales me dejaron más agotada que las presenciales y ni que hablar del estrés y para relajarme planeé con mis amigas de la secundaria un pequeño viaje a la naturaleza, y como a nosotras nada ni nadie nos detiene cuando se trata de viajar, nos pusimos en marcha.

Llegamos a un lugar maravilloso de mi Pucallpa, la jungla ecologe, da paz y alegría, me recuerda que soy libre de descansar de todo. Como era de esperarse teníamos piscina en la zona, nos pusimos las ropas de baño, me sentí más tranquila de mostrar mi cuerpo porque éramos mujeres, entonces no había problema por esa parte.

Mientras que estábamos nadando hablábamos de nuestras vidas en la adolescencia, que le había pasado a tal compañero en estos últimos años, luego tocaron el tema de los "enamorados", todas venían de una ruptura reciente, y comenzaron a contar sus penas.

Hasta que de pronto todas pusieron sus miradas sobre mi, y yo me estaba preparando psicológicamente para lo que ya sabía que me iban a decir: "Ariana hace tres años que estás soltera, ya es hora que vuelvas abrir tu corazón, dejar tus miedos atrás, y lanzarte. Estamos seguras que si te das la oportunidad conocerás a alguien maravilloso que te ame de verdad y bla bla bla bla"........

En realidad ya lo había pensado, pero no sé si me sienta preparada para dar ese paso o peor aún dar ese paso, pero con un mal hombre, si viene otro así a mi vida , comenzaré a pensar que Dios me quiere de Ángel Ministrante. En ese sentido mi vida amorosa se debate entre el miedo, la razón, y el sentimiento. Cuando me invitaban a citas, aceptaba por cortesía o simplemente porque no tenía nada que perder, pero no tenía una idea de noviazgo en sí, pero los chicos ya tenían planeado hasta nuestro casamiento (jajajjaja).

Hubo una ocasión en la que me sentí "enamorada" por segunda vez, en mucho tiempo. Era un chico maravilloso, muy amable, inteligente y sobre todo carismático. Cuando salíamos se portaba caballeroso conmigo, me agarraba la mano con delicadeza, pagaba las cuentas, y se reía de mis chistes sin sentido (podía ser yo), luego mostró una actitud de inestabilidad e indecisión para conmigo, eso me hizo retroceder. Así es, lo que más me desagrada son los hombres que no tienen claro sus metas ni mucho menos sus sentimientos, eso me hace desaparecer de sus vidas, aunque me duela o me esté muriendo de amor. Él llamaba a mi celular, y me escribía mensajes, yo no volví a responderle porque comprendí de que no había futuro entre nosotros, y no quiero llorar por alguien, no otra vez.

Me concentré en mis estudios el doble, y también en mis amigos que por cierto ya se habían encariñado con él sin importarles que no habíamos formalizado para ser novios (aunque eso era el plan, yo esperaba que un día por fin me pida ser su novia, pero felizmente no lo hizo, lo digo porque Dios me demostró que no era el correcto, y así guardaría mi amor para el indicado :) )

De ese acontecimiento pasó un año, me encuentro siendo mi prioridad, y ahora hablando con mis amigas en la piscina, me puse a pensar: Acaso, ¿ya es el momento?, pero claro no podré saberlo si es que no salga o conozca a alguien.....

Aún tengo malos hábitos que desterrar de mi vida. La desconfianza y el miedo a enamorarme es uno de ellos, no es que sea paranoica es solo que en estos tiempos me demostraron que la única persona que no me va a dejar antes soy yo.

Los chicos de mi iglesia no parecen tener noción de sus vidas, pero lo único que sé es que debo estudiar mucho y tener fe para prosperar en la vida. Así que decidí no buscar el amor, sino dejar que me encuentre, ya saben dicen que puedes conocer al amor de tu vida de una manera inesperada y loca, mientras tanto sigue mejorando en ti porque tú eres tu principal proyecto.